sábado, 8 de noviembre de 2014

Lágrimas

Lucha contigo, lucha contigo,
implacablemente ganando la batalla
esta pequeña gota de cristal
que a fuerza de dolores por tu corazón te desgarra.
Cuando ya has extendido la bandera blanca,
pañuelo de tus desdichas,
ya pronto a entregarte a la desolación de rodillas,
ésta se burla, huye, se oculta,
da la espalda para volver a atormentarte,
te roba los gritos y te deja, perplejo, abandonado,
ya no sentiras ni el consuelo
de sobre la herida poder echar su sal,
su humedad transparente,
su calidez tan suavemente amarga.
Rodará por dentro de tu cuerpo,
como esos secretos que nunca te cuentas,
nunca saldrá a la luz
por mucho que supliques sin esperanza.
Se ahogaron en tu garganta sin jamás llegar a nacer.
Adivina, adivinanza, ¿cuál es la respuesta?

Quisiera derramarlas,
pero no llego a verlas jamás.

5 comentarios:

Amando García Nuño dijo...

Curioso, lo que nos cuesta a algunos, y lo fácilmente que se derraman en la tele.
Abrazos, siempre

Recomenzar dijo...

La vida es bella.
Un abrazo

Fábio Murilo dijo...

Lutar consigo é a verdadeira batalha, nós somos nosso maior inimigo. Ótimo, Fénix.

Milene dijo...

Lendo-te , quase deixei cair uma lágrima. Essa seria doce, pela beleza de teus versos. Abraços Fénix.

Ricardo Lamelas Frías dijo...

Muy bien traído (y ocultado), Fénix, enhorabuena. Y desde un tiempo futuro que ya llegó, feliz año te dé, aquella u otra, de estas embebidas...